viernes, 21 de noviembre de 2008

Los 70 (2ª parte) "Cuéntote"

Se recomienda leer la 1ª parte (entrada 12 noviembre)


Pues llegó el ansiado sábado en el que había sido invitado al Cine Club de Matemáticas a ver el Acorazado Potemkin.

Como me hubiera o hubiese gustado que "Google" ya existiera para poder ver de qué iba la película, y poder tener más recursos a la hora de encontrarme con el líder. Pero no, no existían esas herramientas que hoy a todos nos hace parecer saber más de lo que en realidad sabemos.

Ese año al MP3, se le llamaba comediscos. Fue el año en que Emilio José ganó el Festival de Benidorm con el hit "Soledad", Mocedades quedó en segundo lugar del Festival de Eurovisión con "Eres tu". Amparo Muñoz fue elegida Miss España (esa Amparo Muñoz, que años más tarde protagonizaría junto con Patxi Andión la película "La otra alcoba", y que tanta alegría visual y fantasías húmedas nos proporcionarían, -no hace falta que diga cual de los dos humedeció más mis sueños-) y Normal Duval fue envestida Miss Madrid (Esa Norma que años más tarde sería musa de Aznar y que tan pocas fantasías eróticas, por no decir ninguna, me proporcionaron).

Y en política es el año en que Carrero Blanco, que no es solo el nombre de una avenida de Sevilla, voló por los aires. Este dato del General es fundamental para contextualizar el momento político-histórico en el que fui a ver la película. Justo, días antes de que el General oyera su última misa.

No era nada consciente ni de la temática de la película, ni del peso político del General, es más ni de su existencia; y la palabra comunista solo la había oído en el colegio cuando los curas, haciéndose los mártires, nos ilustraban con vía positiva sobre la quema de iglesias y de vírgenes, nos hablaban de la bonanza del régimen y nos atemorizaban con el terror comunista. A mi en esa época lo que realmente me aterrorizaba eran otros demonios en forma de atentado contra el sexto mandamiento (el de los actos impuros). Y lo que me aterrorizaba no era tanto cometer actos impuros, sino más bien, con quien los cometía. La verdad sea dicha, el terror me duró bien poco, ya que me lo pasaba tan bien que asumí pronto que otras vías eran posibles.

Así que en este contexto político-cultural, acudí a mi cita para ir al cine club. Quedamos en el Café Antonio, en Reina Mercedes, a las 7 de la tarde. Acudí con un pantalón vaquero acampanado de la época, un jersey blanco de cuello cisne, también de la época y trenca verde, de la época también. Aún no usaba gafas. Y el pelo lo llevaba a los Bob Dylan.

Cuando llegué ya estaba allí Julio (que era como se llamaba el líder). Pantalón vaquero sin campana, camisa de cuadro y trenca azul, con su melenita negra y su barba de tres días, de la época (que es que vuelve todo hasta los pantalones de campana). Estaba inmerso en una acalorada discusión sobre Santiago Carrillo (lo que aprendí en un solo día). Y de lo que se discutía era si el PCE tendría que estar abierto o no a coaligarse (para la lucha) con otros partidos, y si estos tendrían que ser solo los de corte marxista, o también cabrían aquellos de corte socialdemócrata.

Saludé con arrojo pero con los nervios tan a flor de piel que cuando fui a darle la mano a uno de pelo a lo afro, estudiante de biología (un perro flauta de la época) y que me recordaba a Garfunkel, le tire el café encima de su poncho de colores. Aún así fui presentado al resto de “camaradas” como Pepe el camarada de Morón. La conversación cada vez iba tomando un cariz más agresivo. Yo que por aquellos entonces aún no fumaba, y entre tanto humo y tanto alboroto subversivo, le dije a Julio que necesitaba salir a tomar el aire. Como debió ver la cara a cuadrito que debía tener, se despidió del grupo y me dijo que nos fuéramos al Bar de Matemáticas a tomarnos un café antes de la película. Yo encantado porque todo aquello me estaba superando por momento.

- “Menos mal que has llegado,-me dijo-, estaba ya harto de estos trotskistas de mierda”.

Trotskistas, comunistas, acorazado potemkin, cineforum. ¡CUANTA INTENSIDAD! Yo estaba entrando en un momento vértigo que no sabía como iba a terminar, pero ya era tarde para dar marcha atrás e irme al pueblo. Así que allí estaba yo, con Julio en el Bar de Matemáticas y a punto de ver en cine, la escena (el momentazo de la escalera de Odessa), que hasta estos momentos más me ha impresionado, no se si porque realmente es impresionante, que lo es, o porque yo no estaba iniciado para tanto.

Llegamos al Bar de la Facultad de Matemáticas, nos quitamos nuestras trencas y Julio se fue a la barra a pedir. Lo que más me enterneció, hasta el momento, es cuando lo veo venir desde la barra con dos colacao.

“Tu tienes cara de necesitar un buen cola cao.....,como yo” dijo colocando los colocao sobre la mesa.

Aquella imagen suavizó mucho la situación. Se sentó, puso los cola cao sobre la mesa y de uno de los bolsillos de su trenca azul, sacó un paquete de galletas cuétaras.

"Ahora tu y yo vamos a merendar y hablar tranquilamente de nosotros" dijo y metio una cuetara en su colacao.

CONTINUARÁ

Fotogramas de la escena de la "Escalera de Odessa" del Acorazado Potemkin









Cartel de la película "La otra alcoba"



Personajes de los que se han hablado

Patxi Andión


Amparo Muñoz


Y dos personajes siniestros de la época uno de los cuales voló-voló y el otro que se creia habia nacido para salvarnos de los males del mundo, poco después directamente se murió.


Canciones que se han nombrados

"Soledad"


"Eres tu"


JULIO, SI POR CASUALIDAD LLEGAS HASTA AQUI, ¡DIME ALGO....! EXTRAÑO TANTO TU TRENCA AZUL.


En próximos capítulos:

El acorazado potemkin
Oigo por primera vez a Serrat cantando a Machado en la calle Monzón 26-2ºB.
Pepe y Julio se ponen tibios de anís del mono en la misma calle, número y piso.
Pepe duerme por primera en vez en un piso que no es el suyo.
Julio sabe preparar un buen desayuno.

3 comentarios:

XS dijo...

Segesta, ¡otra vez nos dejas a medias! menos mal que parece que no tardarás en continuar.¡Cuéntanos más! Ah, y por cierto, yo también tuve una trenca azul...
y ojo con una tal Mª del Águila que anda por ahí boicoteando los blogs.

XS dijo...

mmmmm?!
Bueno yo a lo mío. No se oye la música. Qué pasó? Y, por cierto, esa colonia de noruegos ¿quiénes son?

Condesa Pituccini dijo...

Gracias por continuar la historia que con cada nuevo capítulo me va enganchando más.
Yo también tuve trenca, y quién no?
Qué increible paraleismo entre la situación de la sociedad en este país y la inocente merienda de esa tarde!