jueves, 6 de noviembre de 2008

Flamencos y Poetas

Debe ser porque uno viene marcado, entre otras muchas cosas, por la denominación de origen, por lo que el flamenco dicta mucho en mi forma de concebir la vida, principalmente juega un papel importante en el ámbito de las emociones.

Mi denominación de origen lleva la marca de Morón de la Frontera, pueblo que junto con otros de la comarca; Utrera, Lebrija, La Puebla de Cazalla, son referencias en el universo del flamenco.

Si Utrera es para el cante uno de los pilares básico, Morón lo es para la Guitarra. Pueblos de la Baja Andalucía, donde el flamenco es forma de vida, expresión de identidad y base de su cultura. Es ahí donde radica mi afición por el flamenco.

Otras de mis aficiones, es la poesía. Y Lorca ya lo decía “Una de las maravillas del cante jondo, aparte de la esencia melódica, consiste en los poemas”

La historia del flamenco está fraguada de un vasto poemario cuya riqueza lírica ha llamado la atención de literatos de varias corrientes y escuelas. Del romanticismo, Bécquer, por ejemplo, que decía “que la soledad es el cantar favorito del pueblo” en la región y que “cuando la guitarra acompaña a la soledad, ella misma parece como que se queja y llora”. Demófilo, padre de los hermanos Machado, fue de los primeros en recopilar esos versos y pasarlos a papel como fórmula para salvaguardar un tesoro que la transmisión oral podía llegar a diluir.

La Generación del 27 asumió y defendió los valores literarios intrínsecos al flamenco. De ellos, fue Lorca el más firmemente comprometido con esa rimada confesión del dolor de un pueblo secularmente subyugado. Dice el poeta granadino en La Soleá:

Vestida con mantos negros
Piensa que el mundo es chiquito
Y el corazón inmenso....

Lorca, que capta como nadie la esencia de los cantes y que construye con esos materiales toda una mitología del pueblo andaluz. Son ejemplares al respecto sus libros "Poemas del cante jondo", de 1921 y su conocido "Romancero gitano", de 1927. Autor al que acompaña Vicente Aleixandre, premio Nobel, reflexivo y profundo, que encuentra en el flamenco el normal desahogo a sus inquietudes, como lo prueba el espléndido poema que dedicó a una bailadora granadina, María la Gorda, en la que vio el arte representado en toda su pureza.

En la poesía flamenca predominan temas como el amor, la muerte, el dolor y la pena, la marginación y la injusticia, junto a un sentimiento “trágico” del misterio ante la vida y la naturaleza, del que no se excluye la alegría y un orgulloso sentido de pertenencia.


Han sido muchos los interpretes que han recurrido a los poetas para interpretarlos, para hacer flamenco sus poemas. Así Calixto Sánchez, el genial Cantao de Mairena del Alcor, en 2001 editó su disco “Retrato y Flamenco” dedicado a Antonio Machado.

De este disco son dos los poemas que más me gustan del poeta. “A un olmo Viejo” y “Retrato Infantil”.

Del poema “A un olmo viejo” me emociona el canto a la esperanza. Ese Olmo herido y en su mitad podrido, que le han vuelto a surgir algunas ramas verdes y que aún tiene tiempo y ganas para la ilusión. El olmo sentenciado a muerte y a ser transformado en yugo de carreta, melena de campana o lanza de carro. Antes que el tiempo lo transforme en nada, resurge con fuerza de la primavera y reverdece para transmitirnos que aún alguna fuerza hay y queda para transmitirnos el milagro y lo hermoso de la vida.



Y el Poema “Retrato infantil” me hace recordar mi infancia, cuando aún cantábamos la lección y la figura del maestro era respetada porque así nos lo enseñaban en nuestras casas.



Hay otros muchos cantaores que ha cantado a Poetas, como no pretendo realizar una Tesis Doctoral, os recomiendo además de Machado, a Manuel Gerena y a Miguel Poveda.

Manuel Gerena tiene un disco magistral dedicado a Miguel Hernández, del que decía que “escribía flamenco inconscientemente”
Y que Alberti le dedico el poema “Coplas para Manuel Gerena”

Las coplas que de ti salen,
Te salgan como te salgan.
Valen.
Porque tú no estás ni estamos
Para fuegos de artificio
Cuando apenas respiramos.

Escribir para cantar…
Cuando se canta, lo escrito
Ya pertenece a la mar.

Te llamas Manuel Gerena.
¡Que bien consuena tu nombre
Con la pena!

La pena que es valentía
Cuando no dejan al pueblo
Más que pena y agonía.

Pena grande que quebranta
Los huesos si al pueblo ponen
Una soga en la garganta.

Canta, muchacho andaluz,
Porque tu cante a la sombra
Le quita cruz y da luz.

Canta y sigue, que delante
De ti se abre toda España
A la honda voz de tu cante.

Y Miguel Poveda edito en 2004 un disco dedicado a Alberti “Poemas del exilio” Es una grabación en directo con unos magníficos músicos, se plasman la fuerza creadora de la juventud, los sentimientos de un poeta universal y una música, combinación de cámara y flamenco, sobria y llena de pasión; ingredientes necesarios para que estos poemas del exilio nos acompañen siempre.

Miguel Poveda y Yo (el otro poeta)


1 comentario:

XS dijo...

Ya veo que el flamenco, como no podía ser de otra manera, te ha devuelto la inspiración. Sigue por ahí, que me da a mí la impresión que tienes mucho que enseñarnos. Ah, y por cierto ¿los vídeos son tuyos, verdad? Pues, ya sabes, queremos más y...¡Qué viva Morón!